El tubo de escape es una de las partes más visibles del coche y ejerce la función clave de retirar los gases del motor, entre otras igual de relevantes que se desconocen. En Grup Lesseps te contamos todo sobre este elemento básico del sistema de escape, para que puedas llevar a cabo un buen mantenimiento.
¿Qué es y para qué sirve el tubo de escape de un coche?
El tubo de escape es una pieza visible de nuestro coche, que popularmente lo relacionamos con la contaminación por cómo se encarga de expulsar los gases que generan los motores en su combustión, como el monóxido de carbono o los óxidos de nitrógeno. Se encarga también de otros aspectos de seguridad, evitando que estos gases pasen al habitáculo y los pasajeros se intoxiquen. Los tubos de escape también reducen los ruidos derivados de las explosiones del motor.
Componentes de un tubo de escape
Dentro de los componentes del sistema de escape identificamos el colector de escape y catalizador, que se encarga de disminuir los gases residuales y convertirlos en vapor de agua. En este conjunto, también podemos diferenciar el filtro de partículas, que contribuye a convertir los gases tóxicos en no contaminantes para el medio.
Por su parte, la sonda lambda mide la concentración de oxígeno en los gases, adaptando la mezcla de combustible y aire para que la conducción se mantenga lo más sostenible posible. Otro elemento esencial es el silenciador, que generan el rebote del sonido para disiparlo convertir la conducción en un proceso silencioso. Los tubos intermedios permiten que los gases pasen por medio de ellos y, por último, la cola es la parte visible, por la que sale el humo resultado de la combustión de nuestro coche.
¿Cada cuánto tiempo se cambia un tubo de escape?
Hay que tener en cuenta que los tubos de escape tienen una duración media de 130.000 kilómetros, aunque como siempre esto varía según el uso que le demos al coche, además de factores como la humedad o las temperaturas habituales a las que esté expuesto el vehículo.
Causas para cambiar un tubo de escape
Una de las averías más frecuentes es la rotura de la unión de todos los componentes que te hemos señalado, especialmente entre el silenciador y el catalizador. A veces, si existen grietas se pueden tapar con facilidad, pero si la avería es importante siempre recomendamos cambiar la pieza directamente.
¿Pero cómo podemos darnos cuenta de los fallos en el tubo de escape? Uno de os signos más evidentes es el humo negro, que indica que se está consumiendo más combustible del necesario y que el filtro de aire puede tener algún problema. Si el humo es ligeramente azulado, quiere decir que el motor de nuestro coche está quemando demasiado aceite. Ante cualquier sonido extraño o vibración, acude a los profesionales de nuestro taller.
¿Dónde cambiar reparar o sustituir un tubo de escape?
La mejor manera de ahorrarte costes en reparaciones es una revisión periódica del vehículo, en la que se pueden ver pequeños desgastes o problemas reparables. En Grup Lesseps contamos con un equipo completo de profesionales, que dejarán tu coche como nuevo y revisarán el rendimiento del combustible y el funcionamiento del sistema de escape por completo. Recuerda que es fundamental que esta parte del vehículo funcione correctamente, evitando que las emisiones contaminantes superen los niveles recomendados de CO2 en un ciclo urbano normal.